PARÍS (Reuters) – Los aranceles de la UE sobre los automóviles eléctricos fabricados en China acelerarán el cierre de plantas en Europa por parte de los fabricantes de automóviles locales, ya que los aranceles empujarán a los fabricantes chinos a construir instalaciones en Europa, lo que se sumará a los problemas de exceso de capacidad, dijo el lunes el director ejecutivo de Stellantis.
Los gobiernos europeos, incluido Italia, están tratando de atraer a los fabricantes de automóviles asiáticos a medida que las empresas aumentan su presencia comercial en la región.
Fabricar automóviles en Europa les permitiría, bajo ciertas condiciones, evitar que la Unión Europea introduzca impuestos sobre los vehículos eléctricos.
Los aranceles son una “buena herramienta de comunicación”, pero tienen efectos secundarios, afirmó el director general de Stellantis, Carlos Tavares, en el Salón del Automóvil de París.
“Aumenta el exceso de capacidad del sistema manufacturero de Europa. La forma de evitar los derechos de aduana es construir en Europa”, añadió. “Estáis acelerando la necesidad de cerrar plantas”.
En declaraciones a los medios italianos, Tavares mencionó el caso del gigante chino de vehículos eléctricos BYD, que está construyendo su primera planta de ensamblaje europea en Hungría.
“Los fabricantes de automóviles chinos no irán a Alemania, Francia o Italia a fabricar sus coches, porque allí tendrían desventajas de costes, empezando por los costes energéticos”, afirmó.
Roma, que está en desacuerdo con Stellantis por la disminución de su producción en Italia, ha dicho que está en conversaciones con fabricantes de automóviles asiáticos sobre posibles inversiones manufactureras, incluidas las chinas Dongfeng y Chery Auto.
(Reporte de Florence Loeve; escrito por Giulio Piovaccari; editado por Cristina Carlevaro y Mark Potter)