Donald Trump está eludiendo normas de décadas de decrepitud destinadas a suministrar la transferencia de poder, según Los New York Times.
A posteriori de semanas de retrasos, el equipo del presidente electo finalmente firmó un acuerdo de transición tipificado con la Casa Blanca para comenzar a informar a los miembros del personal. Pero todavía se niegan a firmar otros dos documentos secreto. Uno es un acuerdo del Sección de Rectitud para permitir que el FBI realice autorizaciones de seguridad para los miembros del equipo de transición. Esto significa que la establecimiento Biden todavía no puede compartir información clasificada con nadie del equipo de transición de Trump. El equipo de Trump siquiera firmará el acuerdo de la Agencia de Servicios Generales, que proporciona espacio de oficina seguro y cuentas de correo electrónico gubernamentales.
La principal asesora de Trump, Susan Wiles, explicó el razonamiento detrás de esta negativa y afirmó que Trump quiere que su equipo “opere como una ordenamiento engreído”. Esta autonomía organizacional significa un proceso simplificado que garantiza que la Agencia Trump esté cinta desde el primer día”.
“La transición ya cuenta con protecciones de seguridad e información existentes incorporadas, lo que significa que no necesitaremos supervisión oficial ni burocrática adicional”, continuó Wiles.
Pero los funcionarios de Biden dicen que esta negativa sólo hará que el intercambio de información sea más difícil, ya que tendrán que encontrar otras formas de compartir información importante y no clasificada con la establecimiento entrante, lo que significa sesiones informativas solo en persona y más restricciones sobre cómo se compartirá dicha información. El equipo de Trump no ha comentado si tienen intención de firmar el acuerdo en algún momento próximo.
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