Hordas de manifestantes se agolparon frente a la Corte Suprema el miércoles, sosteniendo pancartas y coreando consignas mientras sus magistrados debatían argumentos a gracia y en contra de la legitimación del acercamiento de menores a la atención médica transgénero.
Entre ellos estaba Prisha Mosley, quien hizo la transición de mujer a hombre sólo para dolerse de la intrepidez y retornar a su clase de origen.
“Sufriré el resto de mi vida por creer en mi confusión a quienes perpetúan estas crueles mentiras”, dijo a la multitud.
“Cuando era demasiado novicio, la muchedumbre intentó advertirme, y los mismos profesionales médicos que me estaban envenenando los tacharon de tránsfobos”.
En declaraciones a The Telegraph fuera del tribunal, la novicio de Michigan de 26 abriles reveló el impacto de su transición.
A posteriori de haberle recetado terapia hormonal y bloqueadores de la pubertad y luego someterse a una doble mastectomía cuando era adolescente, la Sra. Mosley ha quedado con problemas de vitalidad duraderos.
Depende de un tratamiento hormonal, experimenta dolores crónicos y, a posteriori de dar a luz a un hijo hace seis meses, tiene la crema “atrapada” en su pecho y no puede percibir a su bebé cuando lo abraza con fuerza.
“Mi pecho está entumecido y no siento a mi bebé cuando lo sostengo allí”, dijo.
Mosley dijo que comenzó a cuestionar su identidad de clase cuando era adolescente a posteriori de cuchichear con activistas de disforia de clase en linde.
En ese momento, sufría ansiedad, depresión y anorexia.
Cuando les contó a sus médicos que sentía que había nacido en el cuerpo inexacto, dijo que inmediatamente la “medicalizaron” como transgénero.
Dijo que la reacción de los médicos fue: “Está adecuadamente, tu cuerpo está mal. Vamos a darte medicina para ello”.
Sus padres apoyaron el tratamiento en ese momento, pero ahora sienten que “los médicos activistas que me estaban tratando les mintieron”.
El miércoles surgieron dos bandos fuera del tribunal en Washington, DC.
A un costado, un mar de banderas arcoíris ondeaba en el rumbo helado, mientras los manifestantes sostenían carteles que decían “proteger la conversión LGBT” y “contender como una hermana por los derechos trans”.
Por el otro, cuidadosamente dividido por barandillas de metal y docenas de policías cautelosos, los manifestantes rivales llevaban carteles que decían “detengan el daño” y coreaban “dejen a los niños en paz” a través de un sistema de sonido profesional.
El caso, Estados Unidos contra Skrmetti, se refiere a una ley de Tennessee que prohíbe a los menores conseguir a tratamientos de reasignación de clase.
Ha sido ampliamente gastado como el caso más importante sobre los derechos de las personas transgénero que se ha presentado en presencia de el tribunal más detención del país y podría tener profundas consecuencias para la política federal sobre derechos de clase.
Aunque no se retraso la intrepidez de los jueces hasta interiormente de varios meses, los primeros indicios sugieren que fallará a gracia de Tennessee.
“En realidad pensé que mis médicos eran mis salvadores y mis héroes, y confiaba en ellos. Pero al crecer y malquistar los existencias del daño que destruye el clase, perdí mi vitalidad y me encontré completamente sola”, dijo Mosley.
A los 16 abriles, su nutricionista le recetó Depo-Provera para detener sus períodos.
Al año sucesivo, le recetaron testosterona, que, según ella, tuvo un impacto “casi inmediato” y “permanente”, lo que la dejó ahora dependiente de suplementos de progesterona y estrógeno para regular sus hormonas a posteriori de la destransición.
La operación fue una 'carnicería'
A los 18 abriles, le practicaron una doble mastectomía irreversible y médicamente innecesaria, conocida coloquialmente como “cirugía superior”.
La operación, que calificó de “carnicería”, le ha dejado problemas de vitalidad duraderos, que empeoraron a posteriori de dar a luz hace seis meses.
“No me advirtieron lo que podría acontecer”, dijo. “Tenía crema atrapada en el pecho que no podía montar a mis pezones porque me habían injertado los pezones. Me los quitaron, les remodelaron y los cosieron en el circunscripción inexacto para que mi pecho pareciera el de un gurí”.
Fue sólo a posteriori de conocer a su novio hace dos abriles y medio que Mosley decidió hacer la transición, a los 24 abriles.
En ese momento todavía vestía como un hombre y tenía barba, pero acontecer tiempo con la pequeña hija de su pareja la animó a retornar a su sexo biológico.
“Ella me llamó mami”, dijo. “Su hermana no está en su vida, pero así era como la cuidaba.
“Ella me dijo la verdad y así fue como salí de ella”.
Mosley ahora trabaja como proselitista a tiempo completo contra el tratamiento hormonal y los bloqueadores de la pubertad y dijo que la razón por la que continúa hablando es para que “otros niños no tengan que acontecer por lo que yo pasé”.
“Mi hijo nunca llegó a tener crema. Hay muchas cosas que esto impacta y que duran para siempre”, dijo.
“Nadie tiene derecho a dañar a un gurí y continuaré abogando por la verdad, el apego y la ciencia para proteger a nuestros niños, los niños de nuestra nación. He sido parte del indagación. El indagación es un fracaso catastrófico”.
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