(Bloomberg) — Los negociadores de la cumbre climática COP29 en Azerbaiyán lograron un acuerdo de créditos de carbono luego de casi una decenio de deliberaciones. La valor allanará el camino para una anciano actividad comercial en un nuevo mercado supervisado por las Naciones Unidas.
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“Hemos puesto fin a una paciencia de una decenio”, afirmó el presidente de la COP29, Mukhtar Babayev. “El cambio climático es un desafío transnacional y el Artículo 6 permitirá soluciones transnacionales”.
Alcanzar un acuerdo sobre el postrero conjunto de reglas para el artículo 6 del Acuerdo de París fue una de las principales prioridades de la presidencia azerí de la COP29. El primer día de la cumbre, los negociadores se apresuraron a datar a un acuerdo que promovía reglas bajo el Artículo 6.4 sobre cómo funcionará un nuevo mecanismo de crédito completo respaldado por la ONU y adoptaron reglas adicionales sobre el Artículo 6.2 el sábado.
El texto de reglas permite que los países intercambien créditos de carbono entre sí, así como con empresas. Fundamentalmente, detalla un sistema de contabilidad sobre cómo un país que vende un crédito puede deducirlo de su inventario franquista de carbono para evitar que el mismo crédito se utilice dos veces.
Las nuevas reglas solucionaron una serie de cuestiones no abordadas, incluidas disposiciones para una contabilidad sólida de los créditos que los países pueden utilizar para alcanzar sus objetivos climáticos, los llamados resultados de mitigación transferidos internacionalmente o ITMO, así como para obtener información más detallada de los países sobre cómo los créditos. Los productos que comercializan cumplen con los estándares generales del mercado en materia de integridad ambiental.
Varios países, incluidos Singapur, Suiza, Tailandia y Japón, ya han firmado acuerdos para comercializar ITMO ayer de finalizar el texto de reglas. En la praxis, es casi seguro que las normas evolucionarán en los próximos primaveras.
Mientras tanto, a los activistas de la industria les preocupa que las reglas establezcan un franja bajo para los países y puedan solucionar el comercio de créditos que tienen poco valía ambiental. “Desafortunadamente, los defectos del artículo 6 no se han solucionado”. dijo Isa Mulder, experta en políticas de Carbon Market Watch. “Parece que los países estaban más dispuestos a adoptar normas insuficientes y afrontar las consecuencias más tarde, en ocasión de prevenirlas en primer ocasión”.
El mercado voluntario de carbono, un sistema independiente existente para el comercio de créditos, ha sido blanco de acusaciones de lavado de cara porque muchas de las unidades no han conseguido la reducción prometida de las emisiones que calientan el planeta. Eso ha provocado que los compradores, incluidas algunas de las empresas más grandes del mundo, abandonen el mercado o busquen créditos de anciano calidad y más caros que eliminen el dióxido de carbono del medio.
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