La esposa del caído dictador sirio Bashar al-Assad no podrá regresar a Gran Bretaña, donde nació y creció, para aceptar tratamiento contra el cáncer, según un documentación.
El gobierno del Reino Unido dijo que no permitiría la entrada a Asma al-Assad si lo intentaba, a posteriori de que su padre le dijera al Daily Beast que quería regresar al Reino Unido porque su condición no puede ser “supervisada adecuadamente” en Rusia, donde se encuentra ahora. viviendo.
Por otra parte, El Telégrafo diario de Londres informó el jueves que estaba en una lucha “50-50” contra la leucemia. Se anunció que había sido diagnosticada en mayo.
Assad se encuentra actualmente en Moscú a posteriori de que Rusia les concediera orfanato a ella y a su grupo tras la caída de su marido, el presidente sirio Bashar al-Assad, que fue derrocado por los rebeldes a principios de diciembre. Ella ya había estado en la caudal rusa mientras su marido volaba en secreto fuera de su país en un avión proporcionado por Vladimir Putin cuando los rebeldes llegaban a las alrededores de la caudal siria, Damasco.
el domingo El Correo diario informó que Asma, que tiene ciudadanía británica y siria, ya no tiene documentos de delirio al Reino Unido a posteriori de que su pasaporte expiró en 2020.
El Ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido dijo la semana pasada que Assad es “un individuo sancionado y no es bienvenido aquí en el Reino Unido”, a pesar de su ciudadanía, según El vigilante.
Assad, de quien alguna vez se esperaba que alentara la tolerancia y la familiaridad en Siria, fue condenada por apoyar a su marido mientras éste bombardeaba, gaseaba y torturaba a sus propios ciudadanos durante la pugna civil del país.
Para ayudarla en su batalla contra el cáncer, su padre abandonó Gran Bretaña, donde tuvo una larga y distinguida carrera médica, para estar inmediato a su cama en Rusia.
En una testimonio al Daily Beast la semana pasada, negó que Asma quisiera divorciarse de su marido y luego regresar al Reino Unido.
Más adecuadamente, ella quería regresar a Londres, explicó, porque “su estado de salubridad no puede ser monitoreado adecuadamente en Moscú”, aunque agregó: “Está recibiendo el mejor tratamiento posible”.
Bashar al-Assad había librado una formidable pugna civil contra varias facciones rebeldes que se opusieron a su régimen absolutista durante casi 14 abriles ayer de que sus enemigos irrumpieran en Damasco a principios de este mes, poniendo fin a su reinado.
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