Cientos de manifestantes de extrema derecha, entre ellos legisladores y ministros, se reunieron el lunes cerca de la frontera entre Israel y Gaza para exigir el establecimiento de asentamientos judíos en el territorio palestino azotado por la guerra, informó un corresponsal de la AFP.
“Si queremos, podemos reasentarnos en Gaza”, dijo el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, mientras el público aplaudía. “La tierra de Israel es nuestra”.
Muchos de los manifestantes llevaban pegatinas que decían “Gaza es nuestra por la eternidad”.
A raíz del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023 y las devastadoras represalias militares de Israel, los políticos de extrema derecha y los grupos de colonos han pedido cada vez más la creación de asentamientos israelíes dentro de Gaza.
Israel ocupó la Franja de Gaza en 1967 y mantuvo tropas y asentamientos allí hasta 2005.
Posteriormente se retiró, pero impuso un bloqueo paralizante y, desde el comienzo de la guerra actual, un asedio casi total al territorio.
El posible regreso de colonos judíos a Gaza, donde viven 2,4 millones de palestinos en medio de la destrucción provocada por la guerra, ha sido rechazado públicamente por el Primer Ministro Benjamín Netanyahu.
Pero los miembros más duros de su gobierno de coalición discuten abiertamente un posible plan de asentamiento en Gaza.
Los partidos de extrema derecha de la coalición gobernante de Israel han presionado para acelerar la expansión de los asentamientos desde que asumieron el poder a finales de 2022.
Los palestinos han argumentado durante mucho tiempo que los asentamientos representan la mayor amenaza para una solución de dos Estados que contemple a los Estados israelí y palestino coexistiendo uno al lado del otro.
La guerra en Gaza fue desencadenada por el ataque de Hamás al sur de Israel que provocó la muerte de 1.206 personas del lado israelí, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales israelíes y que incluye a los rehenes que murieron o fueron asesinados en cautiverio.
Al menos 42.603 palestinos han muerto en el ataque militar israelí a la Franja de Gaza, la mayoría civiles, según datos del Ministerio de Salud del territorio controlado por Hamás. La ONU reconoce que estas cifras son fiables.
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