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Se descubre un esqueleto “perfectamente conservado” dentro de un sarcófago sellado de la Edad del Hierro
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El sarcófago fue descubierto en una necrópolis italiana que aparentemente no había sido perturbada por los saqueadores de tumbas.
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El cuerpo, el sarcófago y los objetos funerarios circundantes pintan un retrato de una figura adinerada en una región de la Italia prerromana que antes no se había considerado de importancia social o política.
Con demasiada frecuencia, los arqueólogos descubren una tumba que podría ofrecer un vistazo al pasado, sólo para descubrir que fue saqueada hace siglos por ladrones de tumbas que buscaban tesoros para obtener ganancias rápidas.
Por eso, cuando el equipo arqueológico del Proyecto Bisenzio encontró una necrópolis en el lugar del mismo nombre que no había sido tocada por saqueadores, supieron que habían encontrado algo extraordinario.
Una excavación realizada en 2024 en el sitio de Bisenzio, ubicado en el monte Bisenzo en Italia, reveló una colección de tumbas que datan de la Edad del Hierro, específicamente del siglo VII a. C. hasta finales del siglo VI a. C., según un informe de La Brujula Verde.
El artículo señala que “de especial interés llamó un grupo de tumbas ubicadas en un área protegida por un recinto de piedra parcialmente conservado”, ya que contenía un sarcófago de piedra excepcionalmente bien conservado, cuyos elementos funerarios circundantes sugerían la nobleza de su ocupante y sus descendientes.
El sarcófago en sí quedó completamente sellado tras su descubrimiento. El equipo, dirigido por el investigador del Instituto de Ciencias del Patrimonio Cultural del Consejo Nacional de Investigación de Italia, Andrea Babbi, lo abrió y descubrió restos óseos totalmente conservados.
Ese grado de preservación, señalan, permite al equipo realizar “análisis osteoarqueológicos, isotópicos y arqueogenómicos” del fallecido, ofreciendo información sobre la vida no sólo de la persona enterrada en ese sarcófago, sino también de la de los ocupantes de Bisenzio como entera durante ese período.
Incluso antes de realizar estos análisis, creen que este descubrimiento por sí solo pinta un retrato del área como “un importante centro aristocrático que prosperó durante los períodos orientalizante y arcaico”, a diferencia de teorías anteriores, que habían sugerido que el área era “menos significativa”. “
Más allá de analizar el cuerpo, los ajuares funerarios y otros objetos encontrados en la necrópolis también servirán para determinar cómo eran las relaciones económicas y políticas entre Bisenzio y otras regiones cercanas, señaladas por signos de comercio. Los Proyectos Bisenzio consideran que sus descubrimientos “indican que este asentamiento no estaba aislado, sino que participó activamente en redes de intercambio a larga distancia” con otras áreas prerromanas de la Italia de la Edad del Hierro.
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