SAN SALVADOR, El Salvador (AP) – El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, propuso tolerar a extremo un intercambio de prisioneros con Venezuela el domingo, lo que sugiere que intercambiaría deportados venezolanos de los Estados Unidos, su gobierno ha mantenido encarcelado por lo que llamó “prisioneros políticos” en Venezuela.
En una publicación en la plataforma de redes sociales X, dirigida al presidente venezolano, Nicolás Sensato, Bukele enumeró a varios familiares de figuras de competición de stop nivel en Venezuela, periodistas y activistas detenidos durante la represión electoral del gobierno sudamericano el año pasado.
“La única razón por la que están encarcelados es por haberse opuesto a usted y su fraude electoral”, le escribió a Sensato. “Sin requisa, quiero proponer un acuerdo humanitario que incluya la repatriación del 100% de los 252 venezolanos que fueron deportados, a cambio de la independencia y entrega de un número idéntico (252) de los miles de prisioneros políticos que posee”.
Entre los que enumeró estaba el yerno del ex candidato presidencial Edmundo González, varios líderes políticos que buscaban hospicio en la embajada argentina en Venezuela, y lo que dijo fueron 50 ciudadanos detenidos de varios países diferentes de todo el mundo.
Bukele todavía enumeró a la religiosa del líder de la competición María Corina Machado, cuya casa ha dicho que el líder político estaba rodeado por la policía venezolana en enero.
Bukele dijo que le pediría al Tarea de Relaciones Exteriores de El Salvador que estuviera en contacto con el gobierno de Sensato, que no respondió de inmediato al puesto.
La propuesta se produce cuando El Salvador ha sido objeto de un resistente indagación internacional por aceptar venezolanos y salvadores deportados por la establecimiento Trump, que los acusó de ser presuntos miembros de pandillas con poca evidencia. Los deportados están encerrados en una “mega prisión” conocida como el Centro de confinamiento de terrorismo (CECOT), construido por el gobierno de Bukele durante su represión contra las pandillas del país.
La controversia solo ha continuado a posteriori de que se reveló que un ciudadano estadounidense, Kilmar Abrego García, estaba entre los deportados, y las batallas judiciales han destrozado la lucha por su regreso.
El prelado de El Salvador, José Luis Escobar, llamó el domingo a Bukele, no “para permitir que nuestro país se convierta en una gran prisión internacional”.
A pesar de la controversia, Bukele sostuvo el domingo que todas las personas que ha mantenido en la prisión eran “parte de una operación contra pandillas como Tren de Aragua en los Estados Unidos”.