En la tradicional abundancia dominical, el pontífice agradeció a los fieles por sus oraciones. Incluso ofreció oraciones por aquellos que sufren en el conflicto en Sudán, que marca su segundo aniversario el martes, y por el Líbano, donde comenzó la Guerrilla Civil hace 50 abriles, así como por la paz en Ucrania, Medio Oriente, Congo, Myanmar y Sudán del Sur.
