La policía pensó que un bandido de zapatos andaba suelto en una parvulario en el suroeste de Japón, hasta que una cámara de seguridad captó al peludo culpable en entusiasmo. Una comadreja con un pequeño zapato en la boca fue pinta en un vídeo luego de que la policía instalara tres cámaras en la escuela de la prefectura de Fukuoka.
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