Luna Goo
Algo se está moviendo dentro de la Luna. Sí, lo leíste correctamente.
Un estudio reciente realizado por científicos de la NASA y la Universidad de Arizona encontró que una capa de sustancia viscosa de baja viscosidad se encuentra entre el manto rugoso de la Luna y su núcleo metálico. Esta sustancia viscosa sube y baja debajo de la superficie lunar (no muy diferente, por ejemplo, de las mareas oceánicas), y concluyeron que probablemente es causada por el empuje y la atracción gravitacional del Sol y la Tierra.
“Así como la Luna provoca mareas en la Tierra, la Tierra (y el Sol) provocan mareas en la Luna”, se lee en el estudio, publicado el mes pasado en la revista Avances de la AGU. Los investigadores describen sus hallazgos como la “primera medición de los cambios anuales de gravedad de la Luna debido a las mareas”.
Es un descubrimiento fascinante que confirma teorías de décadas de antigüedad sobre la composición del único satélite natural de la Tierra, al tiempo que plantea algunas preguntas nuevas y misteriosas. Después de todo, ¿cómo llegó allí la capa similar a magma? ¿Cuál es su composición exacta? Y quizás lo más importante: ¿qué es lo que lo mantiene lo suficientemente caliente como para permanecer en su forma maleable y pegajosa?
Implicaciones profundas
Para su estudio, los científicos analizaron nuevos datos del Laboratorio Interior y de Recuperación de Gravedad (GRAIL) de la NASA y del Orbitador de Reconocimiento Lunar, que fueron desplegados para (respectivamente) recopilar información gravitacional y realizar una vigilancia lunar más generalizada, para medir los movimientos de marea mensuales y anuales en la superficie. Luna por primera vez.
Lo que encontraron, argumentan en la investigación, sólo podría ser consistente con la existencia de una “fusión parcial” más profunda debajo del manto rocoso de la Luna, compuesto a su vez de mineral de silicato de hierro y magnesio y piroxeno.
“Sólo los modelos con una capa más suave en la parte inferior del manto coinciden con todas nuestras medidas”, se lee en el estudio.
Pero, una vez más, este hallazgo plantea una nueva pregunta importante. Como escribieron los científicos, “es necesario mantener una capa tan blanda, que a menudo se piensa que está parcialmente fundida”. En otras palabras, debe haber una razón por la cual esta capa semifundida permanece lo suficientemente cálida y flexible como para moverse.
Como puede ver, todavía hay muchas incógnitas conocidas en lo que respecta al funcionamiento interno de la Luna, pero al menos esta investigación tiene la textura que abre la puerta a más revelaciones en la geología lunar. Y eso sin mencionar el presente: hoy sabemos un poco más sobre el compañero cósmico más pequeño de la Tierra que antes.
O como escribieron los científicos autores del estudio: “La existencia de esta zona tiene profundas implicaciones para el estado térmico y la evolución de la Luna”.
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