PEKÍN (Reuters) – El crecimiento de las exportaciones de China cobró impulso en diciembre, mientras que las importaciones se recuperaron, cerrando el año con una nota positiva mientras la segunda heredad más prócer del mundo se prepara para los crecientes riesgos comerciales con la empresa entrante de Estados Unidos.
Los envíos salientes en diciembre aumentaron un 10,7% interanual, según mostraron los datos de aduanas el lunes, superando el pronóstico de crecimiento del 7,3% en una investigación de economistas de Reuters y mejorando con respecto al aumento del 6,7% de noviembre.
Las importaciones sorprendieron al elevación con un crecimiento del 1,0%, el desempeño más esforzado desde julio de 2024. Los economistas esperaban una caída del 1,5%.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que regresará a la Casa Blanca la próxima semana, propuso fuertes aranceles a los productos chinos, lo que generó temores de una nueva eliminación comercial entre las dos superpotencias.
Por otra parte de los desafíos, las disputas no resueltas con la Unión Europea sobre aranceles de hasta el 45,3% a los vehículos eléctricos chinos amenazan con obstaculizar las ambiciones de China de expandir sus exportaciones de automóviles.
Mientras tanto, el superávit comercial de China creció a 104.800 millones de dólares el mes pasado, frente a los 97.400 millones de dólares de noviembre.
El impulso de las exportaciones ha sido un motor crítico para la heredad de China, que sigue lastrada por una prolongada caída del mercado inmobiliario y una frágil confianza de los consumidores.
Sin retención, ha habido señales de estabilización tras el impulso de estímulo de China en los últimos meses.
La actividad fabril mantuvo una expansión modesta por tercer mes consecutivo, mientras que los servicios y la construcción se recuperaron en diciembre, mostró una investigación oficial.
Corea del Sur, un indicador esencia de las importaciones de China, informó un aumento del 8,6% en los envíos a China en diciembre, lo que sugiere resiliencia en la demanda de productos tecnológicos.
Los principales líderes de China se han comprometido a flexibilizar la política monetaria y adoptar una política fiscal más proactiva en 2025, con el objetivo de compensar las presiones externas y revitalizar la demanda interna.
El gobierno tiene como objetivo un crecimiento crematístico de aproximadamente del 5% para el año, una meta que en ocasiones había resultado difícil de alcanzar en 2024.
(Reporte de Ethan Wang y Joe Cash; Editado por Jacqueline Wong)
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