Robar de las cuentas bancarias de la empresa podría hacerte cobrar tiempo en la casa prócer. Pero la malversación de fondos de un tomo cuántico podría no ser ilegal.
De hecho, un nuevo estudio encuentra que podría ser una forma útil de entrelazar partículas sin estropear sus matemáticas.
A principios de este siglo, el investigador de computación cuántica Wim van Dam y el físico Patrick Hayden describieron un proceso que llamaron entrelazamiento por malversación, llamado así por el enfoque acelerado que algunos sistemas podrían adoptar para combinar sus números sin dejar vestigio.
Los físicos teóricos Lauritz van Luijk, Alexander Stottmeister, Reinhard F. Werner y Henrik Wilming de la Universidad Leibniz de Hannover (Alemania) han identificado campos que podrían ser actores esencia en este inusual atraco cuántico.
Nuestro Universo físico –donde los objetos tienen propiedades muy claramente definidas como ubicación, impulso y energía– emerge de una interpretación no resuelta de la existencia que consiste en posibilidades y probabilidades.
Por incierta que sea esta existencia antiguamente de ser bloqueada por una medición, las leyes que rigen su funcionamiento son tan estrictas como las de cualquier casino. Las interacciones con partículas adicionales pueden alterar las probabilidades tan fácilmente como una baraja de cartas adicional podría cambiar la forma en que se juega una partida de póquer.
El enredo es a la vez una útil útil y un complemento para cualquier contador de cartas de física.
Perfectamente hecho, el entrelazamiento puede utilizarse como colchoneta de potentes algoritmos que combinen las probabilidades de cientos o incluso miles de juegos de cartas cuánticos. En forma de intrusiones aleatorias, pueden convertir un estado cuántico útil en un caos sin sentido.
Matemáticamente hablando, es posible demostrar que algunas transformaciones cuánticas son más sutiles que otras. Un tipo de cambio regresa a un estado que no parece cambiado, por ejemplo. Descrita como una especie de catalizador, esta inversión permite operaciones informáticas que no habrían sido posibles en casos en los que se alteran los estados finales.
Mientras que van Dam y Hayden demostraron que los catalizadores podían cambiar internacionalmente cualquier estado entrelazado por capricho, los investigadores de la Universidad de Leibniz ahora han demostrado algebraicamente que una combinación de relatividad militar y teoría cuántica de campos puede dar como resultado un pozo sin fondo de catalizadores.
En teoría, un campo cuántico relativista podría servir como un memorial infinito de malversación de fondos, enredándose con partículas de maneras que no alterarían sus delicados estados.
“Cedido que el parcialidad se encuentra en el mismo estado antiguamente y a posteriori del desfalco, nadie puede detectarlo”, explicó van Luijk a Nuevos científicos Karmela Padavic-Callaghan. “Es el crimen consumado”.
Para convertirse en un sistema práctico, sería necesario identificar un equivalente físico de un campo adecuado. En este momento, la malversación de entrelazamientos es más una conceptualización matemática que una monitor de “cómo hacerlo” para robar silenciosamente al Universo.
Sin bloqueo, asimilar que infinitos niveles de enredo podrían estar ocurriendo lógicamente en la carencia absoluta podría señalar el camino en torno a todo un inframundo criminal de la física, donde diferentes clases de robo ocurren adaptado delante de nuestras ánimo.
Esta investigación ha sido aceptada para su publicación en Cartas de revisión física.
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