Una potente crisis arrasó el martes una planta de explosivos en el noroeste de Turquía, matando a 12 personas e hiriendo a otras cinco, dijeron las autoridades.
Las imágenes mostraban fragmentos de vidrio y metal esparcidos fuera de la planta, donde esperaban las ambulancias.
“Según los primeros informes, 12 empleados murieron y cuatro fueron hospitalizados con heridas como resultado de la crisis” en el distrito de Karesi de la provincia de Balikesir, dijo el representante particular Ismail Ustaoglu.
“Deseo la misericordia de Todopoderoso para nuestros ciudadanos fallecidos y una pronta recuperación para nuestros heridos”, añadió.
Luego, las autoridades revisaron el número de heridos en cinco y agregaron que no se encontraban en estado peligroso.
No quedó ningún miembro del personal adentro de la taller y el incendio fue extinguido, agregaron.
La crisis tuvo sitio a las 08:25 horas (05:25 GMT) en una sección de la planta que, según funcionarios locales, se derrumbó bajo la fuerza de la crisis.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, dijo que no se conocía de inmediato la causa de la crisis en la taller, que está situada remotamente de zonas residenciales.
“Estamos tratando de descubrir qué lo causó”, dijo.
Los funcionarios locales señalaron “razones técnicas” sin dar más detalles, ya que los expertos aún estaban investigando el sitio.
Las autoridades descartaron un boicot y los fiscales iniciaron una investigación exhaustiva.
-'Campo de batalla'-
El presidente Recep Tayyip Erdogan dijo estar “profundamente entristecido por la asesinato de 12 hermanos”, en un mensaje en la plataforma social X.
Dijo que fue informado por todas las instituciones relevantes poco a posteriori de la crisis y ordenó que “se iniciara inmediatamente la investigación necesaria en todos los aspectos”.
La planta, ubicada en el finalidad de Balikesir, fabrica municiones, explosivos y bengalas para el mercado franquista e internacional.
Los testigos dijeron a los medios locales que parte del edificio era “como un campo de batalla”.
Los cuerpos de los fallecidos debían ser trasladados a la morgue.
Las fuerzas de seguridad tomaron medidas en caso de una segunda crisis. No se permitió que civiles ni periodistas se acercaran.
Turquía se ha convertido en un importante exportador de defensa, particularmente de drones, y Erdogan es un importante partidario de la industria.
En 2020, una crisis en una taller de fuegos artificiales en el noroeste de Turquía mató a siete personas e hirió a otras 127.
En 2023, una crisis en una taller de explosivos militares mató a cinco personas. Esa taller, a unos 40 kilómetros (25 millas) al este de la hacienda Ankara, formaba parte del Tarea de Defensa de Turquía.
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