Super Micro Computer (NASDAQ:SMCI) está intentando recuperarse luego de admitir una paliza. Hoy se ha recuperado casi un 4%, luego de caer más de un 8% el lunes y hundirse un 22% la semana pasada. La cómputo se aceleró luego de que surgieran informes de que Super Micro podría percibir efectivo a través de la traspaso de acciones y bonos, avivando temores de dilución de los accionistas. Si a eso le sumamos la estrato persistente de presentaciones financieras retrasadas y la repentina salida del auditor Ernst & Young, los inversores están comprensiblemente nerviosos. Pero hay un banda positivo: Super Micro consiguió una extensión del Nasdaq hasta el 25 de febrero para hurtar sus libros, y una nueva auditoría de BDO dio el gastado bueno a las preocupaciones sobre fraude.
A pesar del caos, la dirección de Super Micro insiste en que la demanda no se ha gastado afectada. De hecho, están redoblando sus planes de expansión. La compañía está aumentando la producción en Malasia, con miras a la segunda porción del año fiscal 2025, una medida que indica confianza en su crecimiento a derrochador plazo. Con la demanda de servidores de IA aún al rojo vivo, Super Micro calma difundir ingresos de entre 5.500 y 6.000 millones de dólares, una sólida indicación de que tiene suficiente gasolina en el tanque para exceder la volatilidad contemporáneo.
Por ahora, los inversores siguen divididos. El precio objetivo de 23 dólares de JPMorgan pinta un panorama sombrío, pero otros ven ganancia para grandes ganancias. Los próximos pasos de Super Micro para recuperar el cumplimiento, reanimar sus finanzas y capitalizar el floreciente mercado de la IA serán fundamentales. El camino a seguir es claro: la transparencia y la ejecución son el nombre del grupo. Hasta entonces, Super Micro sigue siendo una argumento a tener en cuenta, pero no sin algunas noches de insomnio para los inversores.
Este artículo apareció por primera vez en GuruFocus.
TLj">Source link