Putin está tratando desesperadamente de revertir la crisis demográfica de Rusia y ve a Ucrania como una decisión, dicen los expertos.


Se han planteado numerosos factores para explicar la invasión rusa a gran escalera de Ucrania en 2022, incluida la expansión de la OTAN en Europa del Este y el deseo de restaurar el poderío de la era soviética.

Pero Ivan Krastev, presidente del Centro de Estrategias Liberales de Bulgaria, y Stephen Holmes, profesor de derecho en la Universidad de Nueva York, sostienen que la obsesión del presidente Vladimir Putin con el descenso demográfico de Rusia puede ser la esencia.

En un estudio en Política exógeno revista del 6 de diciembre, trazaron un paralelo con las “guerras de duelo” durante los siglos XVII y XVIII, cuando las tribus nativas americanas secuestraron a mujeres y niños de otras tribus para compensar las pérdidas de guerras o enfermedades.

“En muchos sentidos, se parece a una lectura actualizada de dicha cruzada, un intento desesperado de reponer una población menguante incorporando por la fuerza a un pueblo vecino al de Rusia”, escribieron Krastev y Holmes. “Si aceptablemente la invasión fue indudablemente provocada por ambiciones imperialistas, resentimiento antioccidental y un deseo de agradecimiento de gran potencia, asimismo puede tener estado condicionada por la rápida reducción, envejecimiento y desplazamiento de la población de Rusia”.

(Por su parte, Putin ha hecho afirmaciones falsas de un “régimen neonazi” en Ucrania, dirigido por un presidente cicatero, como razón para invadir).

Rusia ha estado tendiendo cerca de una crisis demográfica durante abriles, lo que llevó al Kremlin a intentar aumentar la fertilidad ofreciendo exenciones fiscales y ampliando el cuidado inmaduro para las familias de bajos ingresos.

Pero eso no ha impedido que la tasa de demografía importancia el nivel más bajo de los últimos 25 abriles. Combinado con las recientes bajas de cruzada y el éxodo de jóvenes relacionado, se considera que la población está cayendo a un ritmo preocupante.

Actualmente asciende a unos 146 millones, frente a los 148 millones de principios de los abriles 1990, y las Naciones Unidas han pronosticado que podría colapsar a entre 74 y 112 millones para 2100.

Esto ha sido una prioridad para Putin, incluso antiguamente de editar su cruzada contra Ucrania. En un discurso de 2021 frente a escolares rusos, predicó la privación de hacer crecer la población, que considera más fundamental para la seguridad franquista que la masa continental.

“Putin entiende que, en el mundo del mañana, Rusia será un gigantesco territorial y una población enana”, dijeron Krastev y Holmes.

Es revelador que la cruzada de Rusia contra Ucrania haya implicado el secuestro masivo de niños, que son adoptados por padres rusos, señalan.

Luego de no tener conseguido aumentar la tasa de fertilidad de Rusia a través de políticas pronatalistas y extender la esperanza de vida, Putin “parece tener llegado a la conclusión de que la única modo de obtener un aumento considerable de su población es anexando y subordinando a vecinos étnica y culturalmente relacionados, por la fuerza si necesario.”

Putin asimismo considera necesaria una población más prócer para explotar los medios naturales en el Ártico, que se están volviendo más accesibles correcto al cambio climático, agregaron Krastev y Holmes.

Mientras tanto, considera que el feminismo occidental y las políticas favorables a la comunidad LGBTQ son las causas de la disminución de la población de Rusia y parte de una conspiración para dejar al país sin hijos, explicaron.

Sin duda, otros países, especialmente en el mundo desarrollado, están experimentando bajas tasas de demografía y un crecimiento demográfico más sosegado o francas caídas. En Japón, por ejemplo, el gobierno municipal de Tokio incluso está implementando una semana profesional de cuatro días y una abuso parcial para el cuidado de los hijos para alentar a la parentela a tener más bebés.

Y por muy malas que parezcan las tendencias demográficas de Rusia, Ucrania está en peores condiciones, lo que podría influir en cómo y cuándo Kiev podría acercarse al fin de los combates, según Krastev y Holmes.

Pero incluso cuando la cruzada termine, podrían seguir conflictos similares en otros lugares.

“La pérdida de población experimentada por los grupos históricamente dominantes parece estar preparando el camino para una agitación de ataque del fin de los tiempos, inflamada por un temor primario a la cese franquista”, advirtieron.

Esta historia apareció originalmente en Fortune.com.



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