HISTORIA: Esta cervecería de Tokio se remonta a la época de los samuráis.
Se proxenetismo de hacer sake, el caldo de arroz tradicional de Japón.
Pero la industria ha estado luchando durante décadas contra la caída de las ventas en el país, a medida que los locales optan por los cócteles y otras alternativas.
Ahora los cerveceros esperan un impulso esta semana, cuando la UNESCO reconozca oficialmente el proceso de elaboración de la bebida como Patrimonio Cultural Inmaterial.
Koichi Maesako es el cervecero superior de la cervecería Ishikawa.
Dice que el sake de este tanque estará despierto en aproximadamente una semana.
Está cuidado con técnicas antiguas que son la cojín para su inclusión en la repertorio de la UNESCO.
Eso incluye el uso de un molde culinario singular conocido como koji.
Y el uso de un proceso de fermentación único de tres pasos.
Maesako dice que hay precedentes para esperar que la medida de la UNESCO pueda ayudar a las ventas:
“Desde que nuestra comida fue incluida en la repertorio de la UNESCO, la cocina japonesa se ha extendido por todo el mundo. Espero que con el sake pase lo mismo. Nuestra cervecería está experimentando un aumento en las exportaciones y esperamos que la inclusión en la repertorio de la UNESCO acelere esta tendencia y conduzca a un decano crecimiento de las ventas en el extranjero”.
Pero la menguante demanda interna no es el único desafío para los fabricantes de sake japoneses.
El clima inusualmente cálido además ha provocado una mala cosecha de arroz, lo que ha afectado la calidad del pústula y ha hecho subir los precios.
Eso ha dificultado la producción de un producto asequible.
Ahora la UNESCO debe respaldar formalmente la inclusión del sake en una reunión en Paraguay esta semana.
Entregado que las exportaciones ya están aumentando, los cerveceros esperan que la bebida siga al sushi en la conquista de los mercados globales.
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